DIOS FUE GRANDE

Esa tarde iba cruzando la avenida como siempre pero con el semáforo en verde, en dirección opuesta un Audi A3 negro, furioso. El tiempo se me detuvo tres segundos.
El primer segundo la vi al volante, abanicándose; me pareció curioso, los Audi tienen aire.
El segundo segundo, por entre las idas y venidas del abanico le vi un gran par de tetas de silicona y su cabeza buscando una salida que no fuera contramano. Llevaba anteojos oscuros.
Al tercer segundo empecé a comprender que era un macho por como tiró el rebaje y dobló como venía sin atropellarme y sin dejar de mover el accesorio. Nací de nuevo y me escapé de salir en Crónica TV como el “chabón arrollado por un Audi recién robado por un travesti”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eran escenas de Rápido y furioso: Bucal sobre ruedas.

gracias x el link :)