INTANTESS

Si pudiera vivir el 2007 de nuevo, trataría de cometer más errores. Sería más tonto y menos higiénico de lo que he sido; de hecho, se me rompió el bidet y no lo pienso arreglar. No es que se-rompió-se-rompió, sale agua fría nomás, y para bancarse esa hay que ser muy macho.
Ah, sí, sería menos macho: gracias a eso cambiaré menos bombitas y mataré menos cucarachas. Tampoco es que me voy a quedar a oscuras subido a la mesada y gritando “¡una cucaracha, una cucaracha!”, no-es-la-boludez, pero ustedes me entendieron.
Correría más riesgos, andaría más colgado en el colectivo, o en el subte, o en el Anamora, ahora que se viene el veranito y vamos todos a La Feliz. Si me quedara en Buenos Aires, contemplaría más atardeceres en la Costanera, y cuando me cansase de contemplarlos, me tiraría al río y nadaría hasta uno de los cosos esos de Aguas Sanitarias.
Iría a lugares donde no he ido, por ejemplo, a Terremoto Bailable. Comería más en Clocló y menos en Ugi´s, tendría más problemas reales y menos infecciones intestinales.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolijamente cada minuto de este año; claro que tuve momentos de alegría, me acuerdo una vez que íbamos por la Costanera, sin ir más lejos, y venía uno en patines, y no va el forro y se lleva puesto un perro… ¡cómo nos descostillamos, boló!
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener solamente buenos momentos. No necesariamente ver como se cae un gil enpatines, imaginate, a la quinta o sexta vez ya perdió la gracia…
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora. Como dijo Lenon, la vida se nos va mientras nos fijamos si tenemos el termómetro, la bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si hoy fuera primero de enero, viajaría más liviano.
Si hoy fuera primero de enero, comenzaría a andar descalzo y seguiría así hasta concluir el otoño. Después me tendrían que cortar las patas porque serían dos bolas azules y llenas de moscas.
Daría vuelta el Moon Patrol siete veces con una ficha, contemplaría más amaneceres y jugaría con más niños (al Moon Patrol, aunque ya sé, a los pibes de ahora les parece un jueguito pedorro, y bueno, antes no esistía la Play3), ESO si tuviera otra vez el 2007 por delante.
Pero ya es 31 de diciembre y estoy hasta el culo de sidra.
¡¡¡Eeeeeeeeeehhh, feliz año nuevo cheeeeeeee!!!

Rubén, el que te la puso en Quequén

CONSEJOS PARA EL JOVEN MÚSICO

Paciencia, tu voz será carrasposa y destruída algún día.
Hasta Dylan tuvo una vez voz de niño. Tom Waits también. El uso abusivo de cigarros, whiskey, drogas, y las sucesivas tuberculosis y pies de atleta que te agarrarás en inmundos moteles harán lo suyo.

Cuida tus dientes, para que te acompañen toda tu vida, no como a Charly.
Cuenta la leyenda que una vez García tenía un pedazo de milanesa entre los dientes y, a falta de hilo dental, le arrancó la cuerda de LA a su guitarra, se limpió el comedor y escribió Chipi Chipi. Fue el comienzo del fin. Acá está Sergio Marchi que no me deja mentir.

Pídele un examen de enfermedades venéreas a tus groupies.
Instruye a tus asistentes para que separen a las groupies entre las que tienen el certificado en manos y las que no, eso antes de hacerlas pasar a la van o a los camerinos. Otro plomo de confianza descartará a las que les dio positivo y se quedará con las feas y les pasará las gordas al batero.

Cuando salgas de gira, aprovecha para que te llenen el camerino de cosas que nunca tuviste en tu casa.
Muchas toallas para cada cosa (en tu casa había una sola, colgada al lado del bidet), frutas exóticas (si nunca comiste, digamos, granada paposa, o higos peludos de Sri-Lanka), mucha birra de litro (así no tenés que ir hasta el polirrubro a comprar), etc. Usá tu imaginación antes que entres en decadencia y tengas que tocar por un pancho frío en un pan todo blando por la mostaza y con una salchicha oscura y con un cierto rictus, como diciendo “estoy agonizando, ya soy la tercera encarnación de un chancho viejo mecánicamente separado y no aguanto más, me pudrí”. (¡qué asco me dio esto, no dejes que las cosas lleguen a ese punto!)

Hazle el mantenimiento a tus equipos.
Eso de morirse a los 27 está muy bien, pero no si te quedas pegado a tu guitarra como un tonto. Guarda tu cadáver joven y bello para cuando tengas una sobredosis brutal de desinfectante para inodoros y agua del mismo (¿ya vieron como esos productos cambian cuando entran en contacto con el agua? Uuuuuhh…)

Siempre ten un bate de beisbol a mano.
Paparazzis, fanáticos fuera de control, críticos, policía antidrogas, dealers, vendedores de pedales, tus padres que nunca aceptaron tu “profesión”… haz que se conformen con tu comportamiento autodestructivo, autodestruyéndole los dientes de un buen palazo.

Cuídate los escuchantes.
Nada de Marshall en 10. Sé moderado y cabal cuando uses las perillas del ampli, una buena costumbre si quieres conservar tus capacidades auditivas hasta el fin. Nueve es la medida ideal, y además es número cabalístico. Si no escuchas bien, apoya tu oído en el altavoz y toca todo el tiempo así.

DIOS Y EL DIABLO EN EL TALLER

-Buenas…
-Buenas, señor Diablo.
-¿Cómo anda todo?
-Bien, laburando…
-Tomá, te traje los almanaques de Las Diablitas, no sabés lo que están, mirá…
-Uuuyy, gracias, ¡qué camiones! Uuuuuy, vení, colgame esto, Raúl, tomá…
-Che, a este lo veo un poco acelerado, ¿le das una miradita?
-A ver, arrímelo acá, atrás del Fairlane bordó con las cortinitas blancas.
-¿De quién es esa poronga?
-De La Muerte. Parrilla de suspensión, tren trasero, rótulas, palier…
-Ah… qué garrón.
-Y sí… pero eso es angurria, ya le dije yo; si sabe que aguanta como máximo dos fiambres, le apila cinco o seis y después quiere que no se le venga todo abajo.
-¡Buen día, Cosme!
-¡Buen día, Dios! Disculpemé, señor Diablo, ya vengo…
-Haga, haga…

-¿Cómo le va, Señor?
-Bien, hijo, muchas gracias. Te vengo a consultar porque el Toro me anda fallando de a ratos.
-¡Raúl, poné el Torino este al lado del Fuego!

-¿Ahí?
-¡Ahí, sí!
-¡Litoo!
-Ya se lo miro, eh. Aguantemé un cachito que atiendo a este señor, es una pavada. Tomesé unos mates… ¡Raúl, tá caliente el agua?
-Táa.
-Señor Diablo, tomesé unos amargos mientras veo lo suyo, también…
-Se agradece.

-¿Ese Torino es tuyo?
-Sí. Un fierrazo.
-¿Vos sos…? ¿Vos sos Dios, no?
-Encantado, ¿vos…
-El Diablo, un gusto. ¿Con azúcar?
-Ah, sí… un gusto, eh. Puede ser sacarina.
-Hablando de sacarina, ¿por qué elegiste el Toro?
-Bueno, como debés saber, Yo soy argentino, y el Toro es El Auto Argentino.
-¿Cómo, no era el Falcon, jajajajj?
-Noo, el Falcon es americano, aparte tiene connotaciones negativas.
-Decímelo a mí… La verdad, yo te hacía más montado en un pegaso blanco, o por lo menos en un auto eléctrico, por eso de la contaminación, digo. juppp-juuuup
-Sí, bueno… Ojo, este tiene un carburador, nomás. Y catalizador, todo en regla.
-Che, ¿es verdad que cuando hay tormenta los argentinos salen a la calle para que les saques fotos, juajuajajj?
-Es un chiste muy gastado… ¿Y el tuyo cuál es?
-Ese rojito con llamas.
-Ah, grosa máquina también. No es mi estilo, pero es una máquina de respeto. ¿Es la GTX2?
-Sí. Bueno, ya le hice tantas modificaciones que ni sé qué modelo es, juajajj.
-Groso coche. jup-jup Se tapó el mate, eh…
-Dejame que lo arreglo ya. Tenía un Cristine, antes.
-¿Cuál?
-Cristine, el coche poseído.
-Ah, el coche poseído, asesino, ¿cómo era? La vi esa película.
-Basada en hechos reales…
-¿Ah, sí?
-Claro… acá, papúa…
-Mirá vos. ¿Y qué pasó?
-Bueno, vos viste la película, ¿no?
-Me dormí al final. Pero la Fuego es mejor, igual.
-Sí. Tengo otra… me acordé del
el chiste del cabezón Ruggeri ahora, juajauajauj, “¡TENGO OTRA!”, jajaaajjj. Fue un regalo de la Iglesia de Mandinga Sos Groso, pero no la uso en la calle, imaginate. Como están las cosas…
-Ajá… juuuuuuuuupp-juuuuuupp Gracias…

-Listo, señor Diablo, ya le toqué el carburador.
-¡Qué grande, Cosme! ¿Cuánto doile?
-Nada, nada. Usté siempre me trae los almanaques…
-Pero si es una pavada… Tome, cien mangos, no se los gaste en obras de caridad, eh, juajuajuajjjj. ¡Taluego, gente! ¡Un gusto, Dios! Chaaau.

VROOOMMMMMM, Screecheeeechhh, VROOVROOOM, screchh, VROOOOOM, WAAANWAAAAAN, WAAAAAN

-¡Qué personaje!
-Sí, acá viene cada uno… Pero este es buena gente, eh. Un poco raro, eso sí.
-¿Viste los dados de peluche colgados del retrovisor? ¿Y las calcomanías de caballitos?
-Sí, jajajjjj. ¿Y la patente?
-¿LUC-6666? Muy obvio. Pero se ceba unos matungos…
-Jajajajj.
-Cosme… ¡Cosme!
-Digamé, Dios.
-¿Le puedo usar el baño, urgente?
-Faltaba más, es allá al fondo. ¡Mostrale, Raúl!

-Por acá, Señor, no se fije, mire que hace un mes que no limpiamos y no hay papel, jajajj.
-No te preocupes, prestame un poco de estopa y te garanto que hablo con San Pedro de vos. ¡Pero rápido!

INTERIOR, NOCHE, SAUNA DEL HOTEL ESE DE NO SÉ CUANTAS ESTRELLAS EN DUBAI

El secretario de Juan Carlos Clarín es despojado de su traje barato y luego de su toalla. Llega al recinto donde se encuentra Castrillo cubriéndose las partes con la carpetita. Castrillo bate palmas, y las siete ninfetas desnudas salen rápidamente por la puerta.

-Ya sé lo que está pensando… Esas que acaban de salir son sólo un mal necesario… ¡La boca de mi mujer es la misma que besa a mis hijos!
-Señor Castrillo, traigo una oferta que usted no podrá rehusar.
-¿Está hablando conmigo? ¿Conmigo está hablando?

Los dos se la pasan 15 minutos a ver a quién le sale mejor el DeNiro, pero al final declaran un empate y la verdadera negociación comienza:

-Dos cosas, caballero: primero, que saquen a ese Daniel Mactas del programa de Dolina.
-Pero Castrillo, eso está fuera de nuestro—
-Déjeme terminar. Segundo: Podeti sigue publicando, por lo menos una vez por mes, nada más que cortitos y rankins, eh.
-Bueno, nunca--

Castrillo lo fusila con la mirada, recuerda lo que le dijo el médico sobre el Viagra, el champán de quinientos dólares la botella y la presión alta, apoya la cabeza en los azulejos, respira hondo y retoma:

-Tercero:
-Señor, eran dos cosas… Como secretario y abogado del señor--

Castrillo bate palmas y uno de los de seguridad larga el cortauñas y lo toma al mensajero un poco de las pestañas y un poco de los pelitos que crecen en la parte de atrás de la cintura y lo cuelga de un impiadoso shot en el orto de uno de los tubos de la instalación de agua caliente.
Segundos después, éste se recupera y se oculta tras las piedras de una cascada de agua Perrier a 37 grados.

-Abogadoo… ¿estás ahí, boga? Salí, rata… Pasame la pajera, Bermúdez.
-Tome, señor.
-Siempre se debe cazar la presa con una sola bala. Hacerlo con dos es trampa.

El abogado se trepa de nuevo por los caños calientes cual Alien que vió Mandinga. Castrillo acompaña sus movimientos con la mira de la 12. Tractrac… y decide dejarlo para otra vez.

-Déjenlo ir… algún día caerá una lluvia que limpiará las calles de esas mierdas. Pero no acá en Dubai, claro, acá no llueve nunca.
-Todavía podemos alcanzarlo.
-Gracias, Bermúdez, no va a faltar oportunidad.
-Faltaba más… Acá entre nosotros… Lo de Mactas lo podemos arreglar rapidito.
-¿Harían eso por mí? ¿Por el pueblo argentino?
-Eso y mucho más.
-Bermúdez—
-Llámeme Cholo…
-Cholo, te daría un beso en la boca.
-Lo que usted mande, señor.

Castrillo besa larga y cariñosamente la frente calva de Bermúdez, y llama a su otro asistente para hacer lo mismo.

-Muchachos, ustedes son la familia que nunca tuve.
-¿Y Castrilli? ¿Y la señorita Castrelli? ¿Y el dictador cubano?
-Ellos no cuentan… son como extraños para mí. Feliz Navidad…
-Feliz Navidad, señor.

Los tres a coro: ¡¡¡Y a todos los que nos leen siempre!!!

OFERTA

Un buzo con capucha, pantalones Adidas y chancletas con medias. Castrillo se viste como quiere, está más allá del bien y del mal. El visitante llega con su carpetita y se sienta con ésta entre las piernas.

-Serviite, boludo, ¿qué soy, tu puta ahora? Daale, agarrá, ahí tenés mate, bizcochitos…
-B-bueno, gracias… con permiso…
-¿Qué te trae a mi humilde morada?
-Soy el secretario personal del señor Juan Carlos Clarín, y vengo a ofrecerle un puesto de bloguero oficial del diario.
-Ajá.
-Claro que usted no tendría horarios ni nada, ni siquiera tendría que presentarse a la redacción. Es todo por Internet.
-¿Internet? Jajá, conozco algo de eso, sí. Y qué bueno que existe Internet, porque esta semana me mudo a Dubai.
-¿A Dubai? Ah, qué interesante…
-Sí, voy a parar unos días en el seis estrellas ese, hasta que me terminen el rancho, jajá. Puse un criadero de camellos, no me banco más el frío de Buenos Aires. ¿Quién le hace los trajes, buen hombre?
-Bueno, yo los compro hechos, pero es una sastrería muy buena, eh.
-Sisí, bueh… ¿De cuánto estamos hablando?
-Doscientos pesos, eso sin el chaleco…
-Noo, mi amigo, de mis honorarios…
-Habíamos pensado en—
-Vuelva a su oficina y piénsenlo de nuevo. Lo espero mañana.
-Bueno, yo—
-Buenas tardes, buen hombre.

Castrillo bate palmas y dos patovicas de traje salmón agarran al visitante un poco de los fundillos y un poco de las patillas y lo lanzan a los jardines, donde éste aborda, maltrecho, su vehículo barato.

-Muchachos, arréenmé el mujeraje, que se echen una agua en el culo que hoy estoy que no doy más, vamos.
-Sí, señor.

MARAVILLAS DEL DESING AUTOMOTRIZ ARGENTINO

No verán aquí declaraciones vagas como “el Fia es muy tallerista”, o “a mí dame un Polara GTX”. Este artículo trata sobre defectos puntuales del design automotriz argentino, las hemorroides de Aquiles de los autos de acá.

-El baúl del Palio: O las que manejan un Palio son todas chuchis, o ese baúl tiene un imán escondido, no puede ser que 80% estén abollados. La explicación más lógica es un grosero error de cálculo o que al diseñador le gustan culonas.

-El baúl del 404: Por algún secreto misterio, la humedad y el pasar del tiempo crean un punto de quiebre exactamente entre donde termina la ventana de atrás y empieza el baúl, entonces el baúl entero se cae. El Sianditela y el Morris, de donde fue copiado el mencionado trasero, no sufren este problema.

-Al baúl del 504 ya lo mejoraron de una: viene caído de fábrica. Para el que nació y se crió viéndolos por la calle, todo bien, ahora si te lo encontrás por primera vez decís “uatajél, ¿ESO es un auto?”

-A los Citroen no les cierran bien las puertas, les entra chiflete por todos lados y aparte, gracias a su suspensión complaciente, no se puede hacer la chanchada porque enseguida se dan cuenta.

-El Chivo no tiene defectos. Repito: el Chivo no tiene defectos. ¿Chupa mucho? Y bueeno, comprate un…

-…600, que calienta como la reputa madre de su diseñador, esto lo saben todos y ya forma parte del inconsciente colectivo argento el capot abierto con un palito. Lo que se ve en algunos modelos en el baúl (que está adelante), similar a un bigotito o Monte de Venus no es más que un adorno plástico, y que aunque fuera una ventilación sería para las bolas del chófer y acompañante.

-Los faroles del 147 los mirás y se rompen. Del resto, mejor ni hablemos…

-El Renó 4: esas ventanitas corredizas, dejate de joder…

¿Qué, me olvidé de algún aborto de la industria automotriz? ¿El Opel K180? Puede ser, no estaba tan mal… ¿La Coupé Fiat 1600? Con esa no te metás que te bajo todos los dientes… Pero te los bajo posta…