FELIZ PAPÁ NOEL

Son casi las cinco. Juan Carlos Noel ya le está llenando el culo de bencina a los renos para salir a repartir los regalos dentro de unas horas. Los duendecillos hacen los lazos de los últimos paquetes y los refuerzan con su propia caca nasal.
Ahora sí, ya está todo registrado y envuelto, cada paquete con su dirección y código postal, cada nombre de niño con su comportamiento a lo largo del año. “Un año más que cumpliré mi misión”, piensa el viejo y vacía su botella de Chivas 12 años. “Aaghf… ¡Llámenme doce menos cuarto!”

ALMORZANDO CON…

(cortina musical)

Almuerzan hoy con la señora Mirta Legrán: Víctor Vitanchu, presidente del club de fans de U2, el bloguista Rubén Castrillo, la manequén Ángela Guaymallén, la socialite Ana Claudia Gómez Zarriañategui y su perro Loli, y el actor Horacio Sulanga.

Mirta: Empiecen, chicos…

Rubén: A mí me habían dicho que íbamos a ser solamente nosotros dos, evidentemente la gente de producción cometió algún error.

Mirta: Ay, Rubén, usted siempre tan ocurrente…

Rubén: …

Mirta: Coma, coma… Víctor, ¿es verdad que te hiciste fan de U2 después de que te escribieron un tema con tu nombre?

Víctor: Sí, fue bastante emocionante, Mirta. No hay nada… bueno, supongo que ustedes no saben cómo es, pero, no hay nada más maravilloso que sentirse querido por una banda tan famosa y de tanto éxito como los U2.

Mirta: A usted le hicieron un tema, ¿no, Rubén? Yo siempre que lo voy a ver a Racing (Racing es mi equipo, para los que no saben) le cantan “Castrilli, hijo de su madree, la madree que le dio a luuz”, jajajajj

Rubén: Mi apellido es Castrillo. Tiene un perejil entre el diente artificial y la encía postiza.

Mirta: Es albahaca, hoy tenemos capeletis con pesto, ¿eh? ajajaja.

Ángela: ¡Qué lindos aros! ¿De quién son?

Rubén: No le tirés de las orejas, a ver si se le desata el nudo…

Mirta: Los aros son de Marcela Guamponi, ¿me olvidé de decirlo en el primer bloque?

Ana Claudia: Son liindos.

Mirta: Gracias… Horacio, ¿vos te paraste de teñir?

Horacio: mmgrrrr…

Rubén: Dejála, ¿no ves que es una momia?

Horacio: Yo tengo la misma edad, ¿por casualidad ella no se tiñe, eh?

Mirta: Bueno, bueno, caalma… Castrillo, ¿usted está trabajando en algún proyecto nuevo ahora?

Rubén: Estoy escribiendo una novela que narra la historia de la flamante esposa de un empleado del sector de stock del ejército suizo. Después de la luna de miel, la mujer comienza a debilitarse repentinamente, y a cada día su salud se le va. Se llama “El almohadón de cortaplumas” y sale el mes que viene por Ediciones de la Urraca, 287 páginas.

Mirta: ¿Le molesta que le digan “transgresor”?

Castrillo: Yo no soy un transgresor, soy un bloguero de vanguardia. No tanto como para comerme a tu perro, Ana, delante de las cámaras, pero sí.

Loli: ¡Barf!

Ana Claudia: ¡Barf!

Víctor: Esto me hizo acordar a Adam Clayton, que como ya es archirequetesabido una vez le arrancó la cabeza a un murciélago con los dientes.

Mirta: Uy, nos quedamos sin tiempo ya. Mañana vienen Andrea del Boca, Carlitos Balá, Raúl Lavié, Hebe de Bonafini, Marcelo Marcote y Django; no se lo pierdan que va a estar… genial. Un beso, chuic…

(cortina musical)

DE COMO ADRIANA SALE DEL SUBTE TODAS LAS MAÑANAS CUBIERTA DE PIES A CABEZA DE CASPA AJENA

No me atrevería a catalogar a Adriana como una mujer depresiva; le gusta vestirse de negro porque sí. “Porque me gusta... además es más práctico, no tengo que elegir, y negro combina con todo” me explicó nerviosamente alguna vez.
Adriana es mi secretaria; un día empezó a llegar al consultorio espolvoreada de lo que parecían migas de Criollitas, o alguna desgracia similar. Le pregunté una vez y cambió rápidamente de tema, avergonzada. No quise insistirle, no era muy de revelar sus cosas privadas, mientras la radio anunciaba “noticias extrañas del ámbito subterráneo”. Demasiado ocupado con la insistente oposición del paciente sentado en el sillón, no logré relacionar los hechos en aquel momento, y le pedí urgentemente la ficha dental del mismo.
Meses después, mirando El otro lado, supe que estuvo comprometida con un joven llamado Tadeo, que era del interior y vivía perdiéndose en las estaciones del subte. Para resolver tal situación, Adriana le entregó el extremo de un ovillo de lana negra. El otro extremo siempre lo llevaría en su cartera para que pudieran encontrarse sin dificultad todas las tardes en alguna estación.
Cierto día, su hermano Minotopo, un ser monstruoso que usaba someterla a las más viles prácticas incestuosas, loco de celos al enterarse de la existencia del joven, lo asesinó quitándole la cuerda a su hermana y atándola al último coche de una formación con destino a Primera Junta. Pero Tadeo arrojó desde el más allá una maldición sobre los pasajeros de la lombriz metálica: todos aquellos que compartieran un vagón con su amada sufrirían incontenibles ataques que cubrirían sus negras ropas de lana con las asquerosas escamas de sus cueros cabelludos. De esta forma, su hermano freak no podría reconocerla y mucho menos dar rienda suelta a sus bajos instintos. Y así fue.

QUE NO SE ENTERE EL DANTE

Hace seis meses que vino, Daniel. Está en la sección 163, al lado de los que entran al subte sin esperar a que baje la gente y de los que les dan de comer a las palomas.
Descubrió nuestro personaje que el purgatorio no es como el infierno; que su organización es horizontal, que por encima del muro que separa cada sección se puede conversar con los que paran en la otra, y también que se va cambiando de sección después de haberse aprendido el sermón correspondiente de memoria.
Descubrió que hay una sección de animales, los cuales siempre supuso carecían de alma, y que en los inodoros nunca te mojás el culo.
Que en el fondo están las barracas de los que no tuvieron deméritos suficientes para irse al infierno de una, pero que jamás sumarían los puntos necesarios en el purgatorio para entrar al cielo. A estos se los cuelga de unos cables con roldanas para que supervisen la cosa y para que vean qué necesita la población. Algunos cargan alforjas con fajos de formularios, otros, manzanas, el único alimento permitido en toda la jurisdicción del purgatorio, pues contiene agua, glucosa y una tentación implícita.
Los fijos (así se los llama) son resentidos y cabreros, heridos en su orgullo porque saben que ese no pertenecer a una clase ni a la otra les es eterno y para siempre. Más de una vez se los ha visto despotricando en las alturas, intentando convencer a los otros fijos y a la masa para armar una revolución. Cuando esto llega a oídos del Gerente Regional, se le da al trasgresor una pala, una esponja y un pase libre para una semanita en el Pasillo del Viento, el entrepiso que queda abajo de las letrinas, donde se los obliga pacientemente a acomodar los detritos en cajitas de cartón marcadas con una letra M.

(Continuará)

EN LA CALLE

No soñé con el ruido fantasmagórico de escaleras mecánicas toda la noche, estuve ahí. Uno de los tubos fluorescentes parpadeó encima mío todo ese tiempo, no me lo imaginé. Alguien que luego se escapó dejó un sánguche al lado de mi cuerpo; un pequeño gran gesto, sin dudas, pero innecesario. Lo doné.
La voz en mi cabeza es la mía, pero sin el acento extraño. Me dice que vuelva a la pensión a juntar mis cosas (mis cosas… una radio a pilas, un cuaderno, una toalla), que vaya al baño y lea “aprete despasio” por última vez.
Me siento jadeante, cansado de vivir siempre en las fauces de aquello que me horripila, y mucho me temo que esto sea el comienzo de mi locura definitiva, pero vamos para adelante, nada más tonto que llorar sobre la leche aún no derramada.

FONDO DEL POZO

Diez contadores gordos y libidinosos, diez viagras azules en los bolsillos de los sacos marrones, diez putas teñidas de amarillo en minifaldas de cuero negro. Diez mesas pegajosas de humedad, cuarenta manos moviéndose cansinamente sobre veinte humos de cigarrillo, veinte vasos de whisky barato, sesenta pedazos de hielo hecho con agua corriente. Cuatrocientos dedos dispuestos a negociar, ochocientos posibles puntos de encarnación de uña o panadizos, y lo que más asco me da no es lo uno, ni lo otro, ni lo otro, ni nada de ello. Todo me da asquerosamente igual, porque hoy no aguanto más.

SEIS COSITAS

Que nos dan entre asco, miedo y chuchos de frío:
-El juguito que sale de las bolsas de basura. Leí el otro día que tiene un nombre pero no me lo acuerdo.
-La grasita inmunda de los pasamanos de los colectivos, o las huellas de pelo grasiento en las ventanillas.
-Un pocillo con restos de café frío y un pucho mal apagado.
-La gente que muerde el tenedor cuando come.
-Los teléfonos de los telos (¿alguien se lava las manos/boca para usarlos?).
-Restitos de fideos, pegados para siempre en los agujeros de la espumadera o del colador.

SÚPERSTICIÓN

Desde que recibió sus poderes, Gabriel evita pronunciar cualquier palabra. Tiene para él que alguna combinación de ellas (que no le es dada conocer) desate el comienzo del fin del mundo o alguna catástrofe mayor. Pasa sus días entre mudo y silente combatiendo a un enemigo que no calla, la voz que le dice “Si hablás, se pudre todo”.

TODO POR 1,99

Celina y Rafael se conocieron a través de un billete de dos pesos. En una tarde de abril, Rafael había soltado el pedazo de papel moneda en un kiosko de la calle Boyacá, con una sonrisa inmune a la indiferencia con que el tipo que lo atendió lo puso en la caja junto a los otros papeles azules. Impávidamente seguro de que volvería a sus manos acompañado por su alma gemela, volvió a su casa con los alfajores en el bolsillo de la campera.
Siete semanas después, en una carnicería de Barracas, el vuelto del vacío y los chorizos, viaja, imperceptiblemente ensangrentado, hasta las manos de Marta, que siente por primera vez en su vida, un escalofrío singular.
Marta es la hermana de Celina, su confidente, su apoyo en las horas difíciles, su eterno ejemplo de vida.
-¡Tomá tus dos pesos, la puta que te parió!
-No te estaba pidiendo los dos pesos, Marta, vos nunca me entendés…
-¿Pero vos qué te pensabas, que me los quería guardar?
-Es que hoy tengo que ir al centro, y le pagué al sodero…
Marta levanta la mano como una muralla, una mano que pesa más que ochocientos cincuenta elefantes de la India, o setecientos de África. Celina se va, conteniendo la rabia que ahora siente por Marta, su confidente, su apoyo en las horas difíciles, su eterno ejemplo de vida…
“¡De acá me vas a robar el macho, turra!” dijo, y se fue a pie hasta La Paternal.

SUEÑOS II


26. Palmiro Caballasca
27. Rivalidad Pelé - Maradona
28. Vergüencita ajena
29. Rivalidad Niki Lauda – Freddy Krueger
30. Petrussa
31. Dan Brown
32. Castrillo
33. El pastor Giménez
34. Imitador de Elvis
35. Tema de Fútbol de Primera
36. Mateyko
37. El embole
38. Romance Sam – Sr. Frodo
39. Cerdos voladores
40. El Gordini pistero
41. Blog que cobra vida y se come a su autor
42. La baba del diablo
43. Que te la chupe una vieja
44. Devotos de Casero
45. Federico Manuel Peralta Ramos
46. Polaroids obscenas
47. Muerto célebre revolcándose en su tumba
48. Muerto que habla y no muerde
49. Fontova haciendo propaganda de toallitas
50. Cumbia cabeza

AL QUE MADRUGA...

Estaba oscuro como nunca, lo confieso. Jamás vi una oscuridad como esa y le pedí con urgencia que dejara entrar un poco de luz. La persiana (según ella) ya estaba caliente por el sol, debían ser las nueve, o más. La vi volver a la cama y parecía medir más de dos metros, o su departamento era tan pequeño. Se me sentó encima y me contó sus planes para ese día, y para el próximo fin de semana.
Prendí un pucho y la televisión mientras se bañaba, y los apagué a continuación. Me quedé pensando en cosas que tenía que hacer y en cómo me quedé dormido como un gil. Mientras se secaba el pelo, no pude evitar notar las estrías en sus piernas y un lunar que, por lo menos anoche, no parecía tan peludo.
-¡Dale Cristian, ponete las pilas!
No sé cómo se lo digo…

¿SU PC NO FUNCIONA?

¡Tírela por la ventana! ¡Si no tiene una, se la hacemos! Varios modelos y colores para todos los tamaños de CPU, monitor e impresora. Con persiana, sin persiana, con vidrios o sin ellos, con tobogán y con gomera. ¡No deje que le salgan canas verdes! Instalamos en capital y provincia. Si llama ahora le regalamos un mini aro de basket para que emboque todos los mouses que no funcionan más. ¡Aproveeche!

EN CÓDIGO

Nos declaramos ni a favor ni en contra del libro “El Código Da Vinci”, y lo contrario respecto a su autor, el señor Dan Brown. La película no la vimos pero la podemos clasificar en algún punto entre Taxi Driver y Los Bañeros. La Gerencia.

SUEÑOS I

00. Arvejas Negras
01. Copersucar de seis ruedas
02. Arnaldo André
03.
Muñeco de Telematch
04.
El ekeko
05. Caracú con polenta
06.
Billete de San Cayetano
07. Cartel de liquidación en inglés
08. El c
histe de la guerra nuclear de Pettinato
09. La Tetamanti
10. Commodore 64
11. Carpeta forrada con boletos capicúa
12.
La Parrigás
13. Microbios de Vida Interior
14.
Un metro de encaje negro
15. Morocha falsa (taxi volcado)
16.
Psicólogo más loco que uno
17. Sonrisa bonachona de Robin Williams
18. Converse negras
19. Garso de Coca
20. Chevy Malibú
21.
Faso con olor a pata
22.
Uno mismo en el espejo
23. Arguiñano
24. Dolina
25.
Aleteo stone

EL MINISTERIO DE SALUD INSINÚA:

Ponerse la tarjeta del estacionamiento del hipermercado en la boca mientras se busca un lugar vacío puede provocar contagios, brotes, epidemias y pandemias de cualquier peste que cualquiera de los usuarios portaren. Cuidate.

ATENCIÓN, PECADORES

Este blog contiene todas las pistas para armar el rompecabezas del fin del mundo. Palabras y números consagrados en milenarios y obscuros rituales son volcados periódicamente en estas páginas por el jefe shamán Pito de Lobo de Fuego, también conocido como Rubén cuando no está en sus trances de ayahuasca.
El lector no debe esperar ninguna revelación espontánea, sino una serie de mini iluminaciones obtenidas a través del tesón, del estudio minucioso y dedicado de estos folios. Como dijo el profeta, “el camino dorado se esconde atrás de mil nubes”, y “más vale un calzoncillo negro que diez blancos”. Amén y Amén.

DICEN QUE ES UNO EL QUE LOS DEJA ENTRAR

Guión para un corto independiente protagonizado por Eduardo Blanco (Vladimir) y Osvaldo Santoro en camiseta (Ernesto).

Interior, noche. Casa de Ernesto. Suena el timbre.
-Buenas noches, yo soy Vladimir, pero puede llamarme Vladi. ¿Cuál es su gracia?
-Ernesto.
-Ernesto. Ernesto… le vengo a ofrecer una oportunidad única, un producto revolucionario…
-No tengo dinero, buenas no…
-¡Buenas noches, usted lo dijo! ¡Y vaya si son buenas! ¿Usted tiene televisor?
-Sí.
-¿De plasma?
-No. ¿De qué?
-¡De plasma, mi amigo! ¡Tecnología de punta! ¿Le gustaría tener uno?
-Mire, la verdad es que no tengo plata.
-¡No hace falta plata, ni cheques, ni tarjetas, nada! Esto forma parte de un plan de renovación del parque de televisores, incentivado por el gobierno y patrocinado por grandes empresas de electrónica. Usted fue elegido entre diez mil usuarios.
-Bueno, no sé…
-Hagamos una prueba, si no le gusta me lo llevo de vuelta, y el sillón también.
-¿El sillón?
-Sí, con el televisor de 42 pulgadas viene un hermoso sillón al tono. ¿Quiere verlo?
-Bueh…

(¡plín!)

-La verdad que no está mal…
-¿Qué estaba mirando cuando yo llegué?
-Fuego Cruzado.
-¿Y usted entiende todo lo que dicen?
-No, sinceramente…
-¡Esta TV viene con subtítulos, señor!
-Aaahh…
-¡Sientesé, vamos!
-No está mal, ¿eh?
-¡Pero claro, hombre! ¿Le digo algo? No lo comente, pero a partir de mañana empiezan a venir de 20 pulgadas, el suyo es el último que me queda.
-¿Y cómo es el tema del plasma ese?
-Bueno, el plasma es un material, ¿no? que hay adentro y que… ¿nocierto? le deja todo más vivo. A mí por lo menos me da una sensación de… ¿cómo le explico?
-Ajá.
-Bueno… uy, qué tarde que se hizo. Tome, este es el control remoto.
-¿Con cable?
-Noo, esto no es un cable, ¿eh? Es una sonda cerebral electromagnética. Usted se la pone así (¡plíc!)…
-¡AY!
-No se preocupe, la primera vez es un poco molesto, pero después no. Piense que no va a necesitar apretar ningún control remoto… funciona todo con el poder de la mente.
-Está bien. Bueno, gracias, ¿eh? Disculpe que no me levante, pero ya me entusiasmé tanto con el aparato…
-No se preocupe, jefe. Yo le cierro la verja. Una de estas noches le vengo a traer la videocasetera de plaquetas y el DVD de glóbulos.
-¿Y cómo funcionan?
-Quédese tranquilo… Todo a su tiempo.

DIARIO DEL DESTIERRO

23 de marzo.
Es nuestro decimoquinto día en la sabana, y el cuello de jirafa salado que nos dieron en la aldea ya se está acabando. Cuando salimos, eran necesarios ocho hombres para transportarlo, hoy solamente tres, y todos tenemos mucha sed. No hay árboles que nos provean frutos para apaciguarla, y los escasos charcos sólo ofrecen larvas y disentería.
Por las noches rondan las hienas, y tenemos que prenderle fuego a nuestros utensilios para mantenerlas a raya. Casi nada nos queda; se fueron las tiendas, las literas, las botas y las alforjas de cuero, los sombreros y el mapa.

26 de marzo.
De la jirafa, sólo unos restos que nadie se anima a probar. Esos negros deben estar riéndose de nosotros. Al atardecer hicimos un círculo con nuestras ropas alrededor de una gran roca y nos recostamos desnudos en ella. Antes de que bajara el sol ya podíamos distinguir los treinta verdugos deformados por el calor, el horror y la sed. Sesenta ojos anaranjados que, lejos de acechar, aguardaban algo más que seguro.
Regamos los trapos con la última bencina y los prendimos con los últimos fósforos. Poco duró.
Los últimos de nosotros nos empujábamos por turnos a las fieras, libres ya de órdenes y jerarquías. Fui el último vencedor, y conservé relativa calma hasta el final. La suficiente para apagar estas hojas chamuscadas y confiar mi alma al Todopoderoso.

AHORA MÁS INTERACTIVO

En los próximos meses, La Arveja Negra se acerca más a sus lectores. Aún a riesgo de que nos acusen de falta de ideas o algo, o que nos tilden de chupópteros, lanzamos un nuevo canal de comunicación: ustedes ahí nos tiran una idea y nosotros acá escribimos al respecto.
La mecánica es así: dejen un comentario en este post, un par de líneas, el resumen de un argumento, un deseo, una frase, una palabra hecha semilla, y en 72 horas verán nacer una semilla hecha post. Anímense, caracho!!!!

POR SI A ALGUIEN SE LE PASÓ DE LARGO

Este post tiene como único y exclusivo propósito festejar la ocurrente frase del post anterior: “[…] y Edward James Olmos como Castrillo.”
Son momentos como este que justifican la ingrata tarea de tener que escribir gansadas para vivir. Muchas gracias.

AGUANTE LA SAGA

Ya está a la venta la caja conmemorativa “La Arveja Negra – Yo soy el Blog”, que muestra el gigapost de la saga de Rubén contra el Blog en cinco versiones diferentes, creadas por famosos genios del séptimo arte con técnicas tan dispares como: animación en plastilina, títeres, teatro negro, computación 3d, y actores de carne y hueso, esta última contando con las participaciones de un magistral aunque abstracto Héctor Bidonde como El Blog, Norma Aleandro como Marta, y Edward James Olmos como Castrillo. Son 3 DVDs con entrevistas, el atrás de las escenas, fotos y mucho más ($79,90).
También en edición limitada de lujo: los 3 DVDs + 2 CDs con la banda de sonido compuesta por Lito Vitale, todo en una finísima caja de roble bordada con soretillos de nácar ($279,90). Compralo yaaaaaaa!!!

RUTINA

Despertador -> los impagables cinco minutos de pereza -> el envión para salir de la cama -> la inercia que dura hasta el mediodía -> la modorra posterior al almuerzo -> la resignación frente a las horas de trabajo por delante -> el cansancio animal de fin de tarde -> la apática pero liberadora alegría de la vuelta a casa -> el peso del control remoto -> los dos segundos donde se es capaz de verse dormir -> el irse completamente -> Despertador -> los impagables cinco minutos de pereza -> el envión para salir de la cama -> la inercia que dura hasta el mediodía -> la modorra posterior al almuerzo -> la resignación frente a las horas de trabajo por delante -> el cansancio animal de fin de tarde -> la apática pero liberadora alegría de la vuelta a casa -> el peso del control remoto -> los dos segundos donde se es capaz de verse dormir -> el irse completamente -> Despertador -> los

NICOTINA

Nunca vi a nadie fumar tan descosidamente. Tenía el bigote amarillo de tanto humo. Los dedos, las cejas, el pelo que le caía sobre la frente. El teléfono, las cortinas, los azulejos del baño. El recorrido desde la puerta del 5ºC hasta el ascensor, y del ascensor hasta la puerta de calle.
El techo del Fiat, la mesa del café, la ropa, la oficina, sus amigos más cercanos, su perra Virginia, todos testigos de su vacío sin fin.
Y las cenizas? Si ese hombre las hubiera vendido por kilo…

ENTREVISTA EN “LOS INROCKUPTIBLES”

Llegamos. Por lo que sabemos, nuestro entrevistado ya salió del jacuzzi y se dirige ahora a su sesión de masajes en la sala 2 del mini spa. Mientras tanto, dos de sus seis esposas nos deleitan con cantos tribales y quema de sahumerios. Seis horas después, un Castrillo entre relajado y somnoliento nos da la bienvenida:

C: Cómo te va, che? Decime…
LI: Vine por lo de la entrevista, te acordás?
C: Ah, sí, de Cerdos Imaginarios.
LI: No, Los Inrockuptibles.
C: Ah, sí, sí. Bueno…
LI: Podemos empezar?
C: Dale, metele.

Atino a disparar la primera pregunta y Castrillo me detiene con sus ojos penetrantes y su enorme mano. Dos palmadas suyas y las diosas semidesnudas regresan corriendo hacia los aposentos intercambiando risas y miradas traviesas.

LI: Castrillo, se debate mucho sobre tu lugar de nacimiento…
C: Sí, jajaj, hoy me confunden con un porteño cualquiera, pero si prestaran atención podrían descubrir todavía algún acento de Corral de las Vinchucas, donde nací y viví hasta los nueve años, particularmente cuando arrastro un poco las doble ves y las equis.
LI: Es verdad que en tu ciudad natal todavía existen las famosas pintadas “Castrillo es Dios”?
C: No sé, hace tiempo que no voy, pero aprovecho para decirle a todos mis fans alrededor de este inmenso país que no es para tanto, jejej. Lo mío es hacer feliz a la gente donde quiera que estén, siempre que haya internet, claro, jajajaj.
LI: Cómo ves el uso de mano de obra esclava en el tercer mundo?
C: Y bueno, es como todo… hay gente buena y gente mala.

Se lo ve muy sincero y comprometido a Castrillo, salvo por la extensa colección de Jordans autografiadas que se asoman desde atrás de la cortina y la chopera de plata con Cherry Coca Light Descocainada que manda a traer especialmente desde una aldea en Indonesia, único lugar donde aún sobrevive la bebida.

LI: Cuáles son tus planes para el blog en los próximos meses?
C: Bueno, primero que nada, comprar un monitor de dos pisos para poner en el dúplex, así voy escribiendo mientras subo por el ascensor panorámico. También quiero poner un cajero Banelco en el lobby, para sacar algunos pesos antes de salir a reventar la noche, no? Jaj!
LI: Y los textos?
C: Ahora estoy escribiendo mi primera novela, entonces la página anda un poco descuidada. Querés que te muestre?

Castrillo hunde un dedo en el brazo de su sillón y la descomunal cortina se desliza hacia arriba. Aparece Buenos Aires con toda su furia, las avenidas rojas para allá y blancas para acá. Ya son las ocho y media. Un segundo después, la pantalla se convierte en el Word más grande que hayan visto, con letras de medio metro cada una.

C: Este es el capítulo donde el protagonista descubre que su amante fue una prostituta china en una vida pasada, y se lo cuenta a su psicoanalista… A propósito, vos sabés la diferencia entre musitar y mascullar?
IL: No.
C: Y entre mohín y rictus?
IL: No, tampoco.
C: Pero vos no sos periodista?
IL: Sí…
C: Y no vas a escribir lo que estás grabando?
IL: No, es otra persona que lo hace.
C: Ah. Bueno, no te quiero entretener más, gracias por venir. Querés una Coca?
IL: Eh, noo, gracias.
C: A vos.

Otras dos palmadas resuenan en el aire y tres esposas corren hacia la puerta y la abren sin mucha ceremonia. Las otras tres me toman un poco de los fundillos, un poco del cuello de la remera y me lanzan hacia afuera. Me voy con la impresión de que quedaron muchas preguntas en el tintero. Su fugaz relación con Pata Villanueva, las cuentas en Barbados, los padres internados en un geriátrico de Ushuaia…

En el próximo número:
Nota con Víctor Vitanchu, presidente del fan club de U2 en Avellaneda.

También:
Los cartoneros fantasmas, un fenómeno que nos preocupa a todos. Quiénes son y cómo trabajan los cartoneros que pueden atravesar paredes y llevarse tus botellas y revistas viejas.

RESPETE LA FRANELA

Son las siete y media y ya siento La Necesidad. Hoy más que nunca tengo que llegar rápido al Cuarto. Saco la Barreta, tembloroso, y le doy al espejo del taunus, al farolito del clio, al ventilete de la camioneta. Para que no se acostumbren a irse sin Pagar.

DE CÓMO ESCRIBIR UN CUENTO ERÓTICO

Hétero, categoría más o menos standard (sin accesorios, terceras personas, cuero, ascensores, mascotas, etc) y cuyo título podría ser “Me derribé a mi vecina”.

Ingredientes:
Un mejillón húmedo, caliente y palpitante.
Dos limones o pomelos bien turgentes.
Una longaniza gruesa, larga y dura.
Dos huevos.
Un litro de leche u otro lácteo escurridizo.
Un litro de jugo.
200 gramos de verbo friccionar.
150 gramos de verbo introducir.
500 gramos de verbo absorber.
45 gramos de verbo finalizar.
1 cucharadita de polvo Royal (polvo, entendés?)
Algunos besos (opcional).
Varias faltas de ortografía.
Una ducha, para el tercero.
Onomatopeyas surtidas, como AY, AYAY, AAH, UUH, PLAP, PTPTPT, PRUUP.
Falsas declaraciones de amor, palabrotas y otras blasfemias.
Una situación apropiada, por ejemplo: los viejos no están en casa y ella está triste porque el novio la dejó.
Un número 4, un 6 y un 9.

Mezcle todo, no se olvide de nada pero tampoco incluya otros ingredientes, sino el cuento cambia de categoría.
Buena suerte!

DE FÁBULA

Hubo una época que creía tener talento musical porque sabía hacer el eructo de Yendo de la cama al living. Ahora se le da por escribir. Algunas semanas al hilo se le va la inspiración, o el tiempo. Como sea, empieza una nueva etapa en La Arveja Negra, y qué mejor que una fábula alegórica para marcar el regreso de un grande… Rubén!!! Castrillo!!!

Viendo una zorra la puerta de la alacena abierta, acercóse y comprobó que en el fondo del mueble vacío reposaba una lata de apetitosas arvejas.
Pensó (instintó) que necesitaba ahora de un utensilio para abrir el metálico contenedor de tan preciado manjar.
Bajóse de la mesada y abrió el cajón de los cubiertos, constatando con sus papilas olfativas nada sino el recuerdo de algún repasador, y con sus pupilas de los ojos dos corchos de pésima apariencia.
Habiendo hurgado durante horas sin descanso en todos los rincones de la casa, probado peines, tijeras, y hasta los propios dientes, abandonó tan difícil empresa, exclamando, para consolarse:
-Están negras!