SUBJETIVO

Don Cosme se lavó la dentadura y se metió en la cama visualizando la escena una y otra vez con diferentes detalles. La vieja ahogándose con un hueso de pollo, luego quedándose pegada en la heladera. Lo había leído en un libro y realmente funcionaba: a cada imagen se sentía más realizado y somnoliento. “Otra que ovejitas” llegó a pensar, y se le dibujaba una sonrisa idiota, los ojos entornados. Por un momento llegó a darlo por hecho y se entregó al sueño.
Después la vió abrir la puerta del cuarto y pararase con las manos en la cintura, fea y enérgica como siempre. Sin mediar cualquier cosa le gritó:
-Esto no va a quedar así, viejo de mierda! Ojalá revientes!
Ya era mediodía cuando doña Elisa volvió al cuarto de Cosme para recriminarle nuevamente haber dejado la pileta de la cocina “toda sucia”. Lo encontró muerto en la cama, rígido, ojos y boca de par en par, las dos manos aferradas a las sábanas de abajo como si hubiera visto un fantasma.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno, acabo de redescubrir tu blog, tiene un aire a Dolina, Fontanarrosa, Cacho Fontana, Miguel Conejito Alejandro, Esther Goris... realmente muy bueno.