NUNCA VINE, NUNCA VOLVERÉ

Me pongo el mameluco como puedo, sin hacer ruido. Ni a palos que me quedo para las tostadas. Cierro la puerta con cuidado y bajo las escaleras. Casi me mato. Unos pasos más y llego a la motonave. Muy rico todo, ahora no hay más vuelta atrás. Si me olvidé la cabeza ya fue, con el casco puesto no se va a notar. Arrancá, carajo!
-Tomás… buen día, mi amor.
El susurro en el oído me hiela la sangre y me confirma que me la olvidé. Doy vuelta el casco para que me la emboque de triple. Me pongo todo junto mientras la escucho gritar “A mí traeme un Jockey suaves!” desde la ventana, agitando el brazo. Que tetas lindas tiene la guacha.
-V8, nos vamos.

-Sí señor. Hoy vamos a NGC-4603. Descanse que la noche va a ser movida.
-V, en qué quedamos nosotros? Del lugar de destino te encargabas vos, no? Para qué te cargo las baterías yo?
-De acuerdo, señor.

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